“Nunca dejar todo para el final. Las campañas comienzan mucho antes que las fechas establecidas por los organismos electorales. Lo ideal de una campaña es llenar espacios vacíos, precisamente cuando un candidato no es percibido como tal”.
“Privilegia tu tema de campaña sobre la imagen. Muchos candidatos suelen caer erróneamente en la creencia de que necesitan, antes que cualquier cosa, un "póster, tríptico o volante" cuyo mensaje es el producto de la imaginación de un creativo de una agencia de publicidad a la cual se acudió, mucho antes de pensar en una estrategia y un tema de campaña”.
Asigna los cargos de mayor responsabilidad a personas con experiencia en campañas electorales. Tradicionalmente los candidatos determinan quienes deben ser los responsables de cada área con base en las presiones políticas y no en las capacidades reales de los elegidos”.
Antes de iniciar su campaña diseñe una estrategia. Es el camino a seguir, paso a paso, para lograr sus objetivos. Y compártala con todo su equipo. Pero, lo más importante: escríbala. Por lo general, "lo que no está escrito y se comparte, no existe".
Evite la presencia de amigos y familiares “incómodos” que suelen influir sobre las decisiones de su campaña. La mayoría opina de todo, incluso en aquellos que ignoran por completo, como el de la comunicación, lo que impide que esta sea el resultado de una estrategia coherente y termine por complacer los gustos de los más persistentes.
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